La Plaza de la Revolución de La Habana y cientos de otras plazas públicas de Cuba fueron los escenarios donde, ayer, los trabajadores del primer país socialista del hemisferio occidental rindieron homenaje a los Mártires de Chicago. Los festejos por el Primero de Mayo los encabezó el presidente Raúl Castro. Millones de mujeres y hombres abarrotaron las calles. Fueron actos de amor patrio, de demostración de lealtad al proceso revolucionario y de renovación socialista. Su entusiasmo, como cada año, atravesó las fronteras y el paisaje humano desbordado no pudo ser acallado por los medios de comunicación bajo el control de las transnacionales. teleSUR