El rescate financiero de la troka formada por el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Comisión Europea (CE), dejó un saldo de provatización del sistema de correo, energía, aeropuertas, y telefonía; aumento de impuestos y recorte presupuestario hacia rubros sociales, como salud y el sistema educativo, entre otros.