Novena huelga de maquinistas de los trenes alemanes en menos de un año.

No dan su brazo a torcer. Esta vez la protesta tiene un caracter indefinido. O la empresa Deutsche Bahn acepta sus reivindicaciones o la movilización continuará sine díe. Piden un aumento salarial del 5% y una reducción de la jornada laboral de una hora semanal.

Estaciones vacías, pasajeros resignados, y la opinión pública alemana en contra del sindicato de maquinistas, promotor de la huelga. Las negociaciones continúan pero parecen estar en punto muerto.

Los servicios mínimos previstos por la compañía garantizan 1/3 de los trenes de larga distancia y entre un 10% un 60% de los regionales. Además, la suspensión del tráfico de mercancías está provocando pérdidas de unos 100 millones de euros al día, según los representantes de la industria alemana.