El presidente del Gobierno español ha firmado la disolución formal del Parlamento y ha convocado oficialmente elecciones generales para el próximo 20 de diciembre. br br En rueda de prensa, Mariano Rajoy ha hecho un balance triunfalista y hasta ha presumido de su lucha contra la corrupción. br br En una comparecencia repleta de autocomplacencia y en la que ha evitado cualquier atisbo de autocrítica, no ha dudado en presumir de su gestión en cuanto a la economía y la salida de la crisis. También ha hablado de Cataluña. br br Para muchos, este discurso de Rajoy es la clara representación de la enorme distancia que existe entre los poderes políticos y la ciudadanía que ve cómo cada día sus derechos van mermando, muchos no encuentran trabajo y ya no tienen ningún tipo de ayuda, continúan los desahucios, la sanidad y la educación permanecen en pie de lucha y la lista continúa hasta límites insospechados. br br Pero los políticos parecen no tener la vista puesta en las calles, sino en las urnas. Su objetivo ahora es dar la vuelta a las encuestas que dan como ganados al Partido Popular (PP) con un 28,6 de los votos, por delante del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) con un 23,9 , Ciudadanos que se queda en el 18,3 , Podemos con un 13,5 e Izquierda Unida (IU) con un 3 .