La desnutrición crónica en los niños de los pueblos originarios en Colombia data de mucho tiempo y no sólo afecta al departamento de La Guajira, también los habitantes de Chocó, Vaupés, y aunque en menor medida, aún persiste tal problema de salud pública, en lugares como Arauca, Meta, Bogotá, Boyacá, Magdalena, Santa Marta, Vichada y Tilma. Por esa razón y presionado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el gobierno del presidente Juan Manuel Santos convocó a un diálogo entre distintos sectores para buscar soluciones a esta problemática.