Egipto está en una situación delicada. El Gobierno ha presentado su dimisión a la Junta Militar que dirige el país desde la caída, en febrero pasado, de Hosni Mubarak. Lo hace ante las contínuas manifestaciones de protesta y sobre todo la brutal represión policial. El lunes están previstas elecciones en el país. Aunque en estos momentos peligran porque se vive una situación de incertidumbre similar a la de Febrero, cuando se derrocó al régimen de Mubarak.La peor ola de violencia desde la caida de Mubarak se ha cobrado la vida de más de 30 personas. Los heridos se cuentan por miles. Y la plaza Tahrir es un ejemplo de lo que ocurre en todo el país. Desde el norte, en las grandes ciudades de Suez o Alejandría, hasta en el sur, donde se registraron manifestaciones masivas y ataques contra comisarías de policía. Poco importa allí la dimisión del gobierno interino. como dicen los manifestantes, los que se tienen que ir son los militares. Coinciden en que es lo que necesitan y en que no se irán de allí hasta que eso ocurra. A menos de una semana para la celebración de elecciones, se sigue confiando en su celebración. Pero la violencia y la represión contra los manifestantes, hace sospechar sobre la intención de la cúpula militar.