Es el sonido de cientos de miles de pájaros. Son estorninos y estos días dibujan el cielo del sur de Israel. Hasta aquí vienen a pasar el invierno procedentes de Europa. Son miles volando juntos y reproduciendo sonidos. Son grandes bandadas de estorninos sincronizados creando hermosas formas como si fueran nubes oscuras en movimiento. Esta sincronización les ayuda, según los ornitólogos, a encontrar comida, creando a la vez un mecanismo de defensa contra las aves de presa. Bandadas que con el arco iris de fondo se abren y se cierran protegiéndose de los halcones. Toda una exhibición acrobática que hace décadas era fácil de ver pero que por causas desconocidas dejó de verse unos años. El espectáculo ha vuelto.