Para combatir la crisis económica que azota a Argentina, el presidente entrante Alberto Fernández se ha fijado la meta de erradicar el hambre y la pobreza, implementando medidas que consisten en la creación de una tarjeta alimentaria que beneficiará a los sectores más vulnerables; la articulación de políticas entre el Estado, las provincias y los municipios; una campaña educativa con el fin de contrarrestar el deterioro nutricional; así como la construcción de un fondo federal de alimentación y nutrición.