Lo que iba a ser un directo más donde, desde Estado de Alarma, se iba a informar sobre una manifestación feminista en la Puerta del Sol, se convirtió en un brutal ataque indiscriminado por parte de una parte importante de los participantes en la misma hacia nuestro medio de comunicación y, especialmente, de nuestro cámara Fernando y nuestro reportero Josué Cárdena, quienes fueron brutalmente agredidos, recibiendo patadas, golpes y una auténtica lluvia de insultos que, gracias a la rápida intervención policial se evitó que fuese a mayores. De nuevo el totalitarismo de la izquierda radical y feminista cargó con toda su inquina y odio contra Estado de Alarma, sólo por contar la verdad.