Jesús es considerado el hijo de Dios en la fe cristiana. Para muchas personas de esta religión, Él representa la figura central de la salvación y la esperanza. Su vida y enseñanzas han influido en millones de personas a lo largo de la historia. En los evangelios se relata cómo Jesús realizó milagros, habló sobre el amor y mostró compasión por los demás. Los creyentes ven en Él un modelo a seguir y creen que a través de su sacrificio se ofrece a todos la oportunidad de tener una relación cercana con Dios. Esta creencia en su divinidad es fundamental para la fe cristiana y continúa inspirando a generaciones en todo el mundo.