En la ciudad de La Paz, Bolivia, el Ekeko es una figura emblemática que representa al dios de la abundancia y la prosperidad. Con más de 300 años de historia, esta deidad andina se ha consolidado como un símbolo de buena suerte y fortuna, tanto en la capital como en el altiplano boliviano. El Ekeko, tradicionalmente tallado en madera y adornado con múltiples objetos que simbolizan deseos y aspiraciones, es venerado por aquellos que buscan prosperidad en sus vidas.