Los Fawlty están muy contentos con su nuevo chef, Kurt. Se lo recomendó su amigo André, que regenta un buen restaurante en la ciudad. En general, está funcionando bastante bien y deciden organizar una velada gourmet los jueves para intentar atraer, al menos en opinión de Basil, a una clientela de mayor categoría. Kurt se lleva bien con todo el mundo y parece tener un interés especial en Manuel. Cuando por fin llega el gran día, solo tienen cuatro reservas para el comedor, lo que Sybil achaca al anuncio de Basil en el periódico local en el que dice «no se admite gentuza», y parece que hay algo sobre Kurt que André se olvidó de mencionar. Se desata el caos cuando un Basil frenético intenta compensar sus errores colectivos.