Alfonso Rojo: “La sonrisa del Rey, la caradura de Sánchez y la pifia del Fiscal General del Estado”

Alfonso Rojo: “La sonrisa del Rey, la caradura de Sánchez y la pifia del Fiscal General del Estado”

Lo de hoy no es ni cómodo ni sencillo.br Y no solo porque uno tenga, en la cuestión de la Monarquía, el alma dividida entre lo que dicta la razón y lo que aconseja el sentimiento.br El simple hecho de opinar sobre la institución o sobre la persona del Rey desata automáticamente reacciones feroces.br Y no solo en la izquierda trabucaire.br Jiménez Losantos le suele endiñar unos palos de órdago a Bertrand Ndongo, cada vez que nuestro reportero audaz comenta apenado que su viejo abuelo pinta mucho más en las selvas del sur del Camerún de lo que lo hace en España Felipe VI.br Vaya por delante que me parece una memez y un tremendo error la falsa pretensión de que la Familia Real es una “familia más”.br Si son como nosotros, ¿para qué coño los necesitamos y qué sentido tiene algo tan irracional como los derechos dinásticos o la transmisión de la Corona de padres a hijos?br Para que algo así prospere y goce de buena salud, como demuestran desde hace décadas los Windsor británicos, es esencial el rito, el oropel, el armiño y la pompa.br Lo de los Reyes no es muy distinto a lo de los Papas, y quien lo dude que piense cómo han decaído las cosas en la Iglesia desde que, hace 60 años, los curas dejaron de decir misa en latín mirando al cielo y empezaron a celebrar vestidos de cualquier forma, en lenguas vernáculas, con guitarras y ojeando a las parroquianas.br Seguro que algunos de ustedes se acuerdan todavía —porque fue hace solo 11 años— del penoso espectáculo de Juan Carlos I anunciando en TVE su abdicación a favor de su hijo.br Lo que se debería haber hecho en el Palacio Real, con solemnidad, magnificencia y esplendor, se perpetró de forma cutre en un despacho de Zarzuela, con una realización de pena y una iluminación de cementerio, como si fuera el discurso sobre la vendimia de un consejero de agricultura autonómico.br Las formas son fundamentales. También los gestos.br Y por eso me atrevo a decir que, por mucho que el vanidoso Sánchez restrinja el margen de maniobra de Felipe VI, por muchas cortapisas y límites que ponga a sus actos, apariciones y movimientos, el Rey de España tiene que esforzarse al límite para transmitir a la ciudadanía que la Institución merece la pena, que él no está de simple florero.br Y si estallan los incendios en León, Ourense y Zamora, en lugar de quedarse una semana más de vacaciones en Mallorca, debe saltar como un resorte el primer día y salir pitando al lugar del fuego, porque la gente se lo agradecerá.br Y cuando entra en la sala el imputado García Ortiz y le tiende la mano el corrupto Sánchez, habida cuenta de que no puede hacerse el despistado y mirar al infinito, por lo menos no sonreír.br Las formas… Majestad; las formas.


User: Periodista Digital

Views: 1.2K

Uploaded: 2025-09-05

Duration: 05:08

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