Desde el lugar donde familiares y amigos mantienen la vigilia, hablamos con Antonio, abuelo de Brenda y Morena, y su voz resumió el dolor de una comunidad entera: “Ya no me queda saliva en la boca para decir lo que sentimos”, confesó quebrado ante las cámaras.br br Antonio pidió respeto y contención: la familia reclama poder velar a las jóvenes en intimidad y reclama rapidez en las pericias para poder darles un entierro digno. “Sólo queremos que descansen en paz y hacer un velorio privado”, dijo.br br Además, manifestó su agradecimiento hacia los medios y vecinos que acompañaron desde el primer momento: “El periodismo no nos dejó solos; estamos muy agradecidos por el respeto que tuvieron”, sostuvo.