No pidas lo que no estás dispuesto a dar.

No pidas lo que no estás dispuesto a dar.

El amor, la amistad y la vida misma se construyen sobre el principio de reciprocidad. No se trata de esperar que todo vuelva multiplicado, sino de comprender que no puedes exigir aquello que no estás dispuesto a ofrecer. Pedir respeto sin darlo, reclamar atención sin entregarla, o desear amor sin ofrecer compromiso es sembrar en tierra árida. Las relaciones humanas florecen cuando ambas partes siembran, riegan y cuidan con la misma dedicación. La coherencia emocional es la raíz de la madurez afectiva, y sin ella, todo lo que parece fuerte se desmorona con el tiempo.br br Dar no significa perder; dar es invertir en lo que valoras. Cuando entregas sin miedo, no porque esperes algo a cambio, sino porque entiendes el valor de compartir, descubres el verdadero equilibrio del alma. El amor no se trata de medir, sino de fluir en equilibrio. Sin embargo, la generosidad solo tiene sentido cuando es mutua; de lo contrario, se convierte en desgaste. No se puede construir una relación sobre el esfuerzo de uno solo, porque incluso la más fuerte de las voluntades se agota cuando no encuentra eco en el otro.br br Exigir sin dar es la forma más sutil de egoísmo. Nos acostumbramos a esperar comprensión cuando no escuchamos, a pedir perdón sin reflexionar, a reclamar tiempo cuando no lo ofrecemos. La verdadera conexión surge cuando ambos están dispuestos a dar con la misma honestidad con la que desean recibir. Cada gesto, cada palabra, cada silencio compartido debería ser un reflejo de esa reciprocidad que alimenta el vínculo.


User: Julio Martinez

Views: 0

Uploaded: 2025-10-17

Duration: 00:58

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