En el estado de Morelos, México, hace 100 años Emiliano Zapata encabezó la lucha campesina por tierra y libertad que logró ganarse el ejido, que la tierra se reconociera como un bien no mercantil y se repartió en propiedades de uso colectivo para cultivarla. En 1992 una reforma neoliberal permitió que la tierra fuera vendida.