La usaban para experimentos cosméticos, lograron rescatarla y ahora ¡tiene una familia increíble!

Esta pequeña nació marcada para un cruel destino: ser un perro de experimentos. Y sí, es tan cruel como suena, nunca tuvo oportunidad de ser un cachorro o de aprender cómo ser un perro. Nació y a los pocos meses fue enviada a un laboratorio en el que hacen pruebas con los animales.


¡Ni siquiera tenía nombre!


Su identificación era un número que tiene tatuado en el interior de su oreja.
¿Su… hogar? No tenía, vivía aislada en una jaula


Cuando fue rescatada por The Beagle Freedom Project no tenía masa muscular y era muy insegura, absolutamente todo le daba miedo. Cualquier sonido, persona, situación… ¡y ni qué decir de las inyecciones!

Jamás sabremos por lo que pasó, pero, después de ser rescatada, su futuro empezó a brillar cada vez más y más.
Y un MUY buen día… ¡fue ADOPTADA!


Su nueva familia le llamó Bea y está consciente del daño que ella tenía, no solo física sino emocionalmente. ¡Pero están dispuestos a hacer todo lo que esté en sus manos para sanarla, y enseñarle lo que es un verdadero hogar!
Bea tuvo que ir a una terapia para formar masa muscular

Y su recuperación ha sido constante y progresiva.
Es sorprendente ver cómo poco a poco recobra la confianza


Día a día aprende cómo comportarse como una perrita, y es que incluso cuando la adoptaron Bea no podía comer o tomar agua de un tazón, así que sus nuevos dueños tuvieron que darle de comer en la boca para ayudarle: poco a poco, con mucha paciencia y amor, esta adorable beagle aprende cómo vivir.
Cada mañana hay menos temor en su mirada y más amor


“Es increíble ver lo difícil que era para ella aceptar amor, se escondía y siempre andaba cabizbaja y con la cola entre las patas, temerosa y sin saber cómo actuar; ahora es otra, le encanta acurrucarse y que estén jugando con ella. Se sube a mi regazo y descansa mientras la acariciamos”.


¡Le encanta que la abracen!

¡Además, tiene otros amigos de 4 patas!


La familia ya tenía 2 perros cuando Bea llegó a la casa; antes pensaban que con ellos era más que suficiente, pero Bea llegó a complementar su hogar y ahora no imaginan la vida sin ella.
¡Sus días de tristeza terminaron!


Ahora sabe lo que es el calor de un hogar y no podría estar más feliz. Sin duda tuvo un inicio muy triste, pero ahora su historia es otra, su mamá humana cuenta cómo le ha pedido perdón por lo que le hayan hecho y le ha prometido amarlo para toda su vida.
¡Adiós experimentos! Sus mejores días están por delante


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